Gregorio Eljach, recientemente elegido como el próximo Procurador General de la Nación, ha delineado su visión para el futuro de la institución. En una entrevista exclusiva con El Tiempo, Eljach, quien asumirá el cargo a partir del próximo año, enfatizó su compromiso con la institucionalidad y el respeto por la Constitución y la ley.
“Soy una persona con una formación jurídica muy sólida, muy fuerte. Llevo el sello de calidad, de institucionalidad”, afirmó Eljach a El Tiempo, destacando su intención de mejorar las funciones disciplinarias, preventivas y de intervención judicial de la Procuraduría.
El procurador electo enfatizó en la importancia de fortalecer la entidad sin caer en excesos burocráticos, buscando una institución más ágil y eficiente.
Respecto a su independencia, Eljach fue enfático en la misma entrevista: “Acá nadie va a usar el poder disciplinario para perseguir a nadie”. Aseguró que su gestión no estará al servicio de partidos políticos o coaliciones, sino de todos los colombianos.
Un tema central en la discusión fue la facultad disciplinaria de la Procuraduría sobre los funcionarios elegidos por voto popular. Eljach reconoció la complejidad del asunto y señaló al diario capitalino la necesidad de que el Congreso legisle sobre la materia, siguiendo los exhortos del Consejo de Estado y la Corte Constitucional.
El nuevo jefe del Ministerio Público hizo un llamado al diálogo nacional como herramienta fundamental para abordar los desafíos del país. “Hay que concertar, decirnos las cosas”, expresó a El Tiempo, sugiriendo que la Procuraduría podría jugar un papel clave en convocar y propiciar estos espacios de diálogo.
Sobre la política de “paz total” del gobierno actual, Eljach la reconoció como una política pública legítima, pero advirtió que por sí sola no resolverá los problemas estructurales del país. Señaló en la entrevista la necesidad de abordar las causas profundas de la violencia, como la pobreza y la falta de presencia estatal en ciertas regiones.
Eljach también se pronunció en contra de la reelección presidencial, argumentando que los períodos preestablecidos son fundamentales para la solidez de las instituciones democráticas. “No es bueno cambiar las normas del fútbol cuando el partido va por la mitad”, afirmó al periódico.