Yilbert Montaño Montaño, un firmante del acuerdo de paz entre el gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), fue asesinado en la región de Norte de Santander, menos de un día después de haber regresado para reintegrarse a la vida civil.
Este trágico suceso ha generado consternación y condena por parte de la comunidad, que percibe este crimen como un ataque directo a los esfuerzos de paz en el país.
Montaño había completado su proceso de reincorporación en el Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (ETCR) El Negro Eliécer Gaitán, ubicado en Caño Indio, Tibú. Sin embargo, su vida fue truncada por la violencia que azota esta región, donde operan diversos grupos armados ilegales, como las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), el Ejército de Liberación Nacional (ELN), el Estado Mayor Central de las FARC (EMC-FARC) y el Ejército Popular de Liberación (EPL).
Este asesinato se suma a una preocupante lista de víctimas entre los firmantes de paz. Según datos del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), en lo que va de año, 12 exguerrilleros que se acogieron al proceso de paz han sido asesinados en Colombia.