Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) han confirmado este viernes que tienen en su poder a dos soldados del Ejército colombiano, que fueron capturados el pasado domingo en el departamento de Arauca. Sin embargo, niegan haber incumplido sus promesas en los diálogos de paz de La Habana (Cuba).
La guerrilla se había comprometido a “no secuestrar a más ciudadanos”, pero advierte de que, en este caso, los militares no han sido secuestrados sino “capturados en combate”. Así, a través de un comunicado, la guerrilla ha reconocido que tiene en su poder a los dos militares, identificados como Jhonatan Andrés Díaz y Paulo César Rivera.
Este comunicado, que ha sido publicado por el portal web de la emisora colombiana Caracol Radio, llega unas horas después de que el ministro de Defensa de Colombia, Juan Carlos Pinzón, condense el secuestro y reclamase a las FARC la “liberación inmediata” de ambos soldados.
Pinzón insiste en que el secuestro constituye un delito de lesa humanidad. “Estas no son muestra de paz, con estos hechos lo único que logran las FARC es que Colombia entera los siga rechazando, por tanto exigimos su liberación inmediata”, ha apostillado.
Los hechos ocurrieron como desenlace de la operación militar ‘Napoleón’ que, según Pinzón, buscaba “proteger a la población civil de acciones terroristas del Frente Décimo de las FARC”.
Según las primeras informaciones del Ejército, se registraron combates con guerrilleros de la columna ‘Alfonso Castellanos’ del Frente Décimo de las FARC, en el municipio de Tame, en Arauca, y en ellos murió un soldado, mientras que tres más resultaron heridos y dos más desaparecidos.
Posteriormente, gracias a las operaciones de búsqueda y por el informe de inteligencia técnica militar, se determinó que los soldados Paulo César Rivera Capela y Jhonatan Andrés Díaz Franco, miembros de la Brigada Móvil 34, adscrita a la Fuerza de Tarea Quirón, fueron secuestrados por las FARC.