El Ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, reafirmó la postura del Gobierno frente al aumento del precio del diésel, en medio de las protestas de transportadores en varias regiones del país. Bonilla argumentó que el congelamiento del precio desde enero de 2020 ha generado un déficit fiscal significativo.
El funcionario señaló que el subsidio al diésel representa un gasto ineficiente para la economía colombiana. Según sus cálculos, los recursos destinados a mantener bajo el precio de este combustible podrían utilizarse para otorgar ayudas económicas a familias vulnerables o invertir en proyectos de infraestructura prioritarios.
Bonilla destacó que el monto acumulado del subsidio en los últimos años equivale a cerca de 56 billones de pesos. Esta cifra, afirmó, habría sido suficiente para renovar completamente la flota de camiones de carga con más de una década de antigüedad en el país.
“El déficit del fondo de estabilización de precios de los combustibles ha equivalido en todo este tiempo a un promedio de $56 billones destinados a financiar el Diésel, con los cuales el parque automotor de camiones de servicio de carga, que tiene más de 10 años, habría sido renovado en su totalidad, por esa razón el subsidio es insostenible y tenemos que comenzar a ajustar el precio del Diésel”, dijo el Ministro.
El ministro enfatizó la necesidad de ajustar gradualmente el precio del diésel para equilibrar las finanzas públicas. Aseguró que mantener el subsidio actual impide destinar recursos a otras áreas cruciales del desarrollo nacional y regional.
La declaración del Ministro Bonilla llega en un momento de tensión entre el Gobierno y el sector transporte. Los transportadores mantienen su oposición al incremento del precio del diésel, argumentando que afectará negativamente sus operaciones y la economía en general.
