La planta de gas Gibraltar, ubicada en Norte de Santander, fue tomada por miembros de la comunidad indígena Uwa la noche del 29 de agosto, obligando a Ecopetrol a activar un plan de contingencia para asegurar el suministro de gas natural en el nororiente del país.
La protesta indígena, motivada por reclamos de abandono estatal y falta de avances en la mesa de diálogo con el Gobierno, provocó el apagado de la planta, interrumpiendo el despacho de 37 millones de pies cúbicos diarios de gas a través del gasoducto Primoriente.
Ecopetrol informó sobre el alcance de la afectación: “Este gasoducto abastece a cerca de 280 mil usuarios residenciales, a 6 mil establecimientos de comercio y a 55 industrias de Santander y Norte de Santander, incluyendo el área metropolitana de Bucaramanga”.
Ante esta situación, la empresa estatal activó medidas para mantener el suministro. “Ecopetrol activó un plan de contingencia para asegurar la disponibilidad de gas natural en el nororiente del país, a pesar de la toma a la planta de gas de Gibraltar”, declaró la compañía en un comunicado emitido el 30 de agosto.
La petrolera aseguró haber revisado los volúmenes de gas junto a las distribuidoras regionales, confirmando que son suficientes para abastecer a la comunidad en los próximos días. Sin embargo, enfatizó la necesidad de un diálogo urgente para resolver la situación y evitar afectaciones a los derechos de los habitantes de la zona.
Por su parte, la comunidad Uwa justificó su acción alegando un persistente olvido estatal y la falta de atención a sus peticiones en la mesa de diálogo. Los manifestantes anunciaron que mantendrán la toma de la planta hasta recibir propuestas concretas que atiendan sus demandas.
La empresa hizo un llamado a las autoridades y a la comunidad Uwa para establecer un diálogo que permita una pronta solución, salvaguardando los derechos de los habitantes de Norte de Santander y las regiones aledañas afectadas por la interrupción del suministro de gas.
