La comunidad del corregimiento de Villagorgona, en Candelaria, Valle del Cauca, reaccionó con indignación y furia tras conocerse el hallazgo del cuerpo sin vida de Sofía Delgado, la niña de 12 años que había desaparecido el pasado 29 de septiembre después de salir a comprar un champú.
Un grupo de vecinos, impulsados por la rabia y el dolor, se congregó frente a la vivienda y el negocio del presunto responsable del crimen.
Videos difundidos en redes sociales muestran cómo la multitud enardecida se dirige primero hacia la veterinaria señalada como propiedad del sospechoso. Los manifestantes fuerzan la entrada del local, ingresan al interior y causan destrozos en el establecimiento. Posteriormente, le prenden fuego a la veterinaria, que queda envuelta en llamas.
Después, los habitantes se encaminan hacia la casa donde vivía el presunto asesino, ubicada cerca de la veterinaria. Allí, en medio de gritos exigiendo justicia para Sofía, proceden a vandalizar la fachada de la vivienda, causando daños materiales. Finalmente, incendian parte de la casa, generando una densa humareda.
Ante la gravedad de los disturbios, las autoridades desplegaron un contingente de la Unidad de Diálogo y Mantenimiento del Orden (Undmo), antes conocida como Esmad, para controlar la situación y evitar que las propiedades fueran completamente consumidas por el fuego. Los agentes intentaron dispersar a la turba y apagar las llamas, en medio de un ambiente tenso.
La alcaldesa de Candelaria, Gessica Vallejo, pidió a la comunidad no tomar la justicia por mano propia, asegurando que los responsables del crimen enfrentarán todo el peso de la ley.
Además, declaró tres días de luto en el municipio en memoria de Sofía. Por su parte, la Defensoría del Pueblo y el ICBF condenaron el asesinato y solicitaron redoblar las medidas de protección para los menores en el país.
