La reciente muerte de Hermes Guerrero, comandante de la Segunda Marquetalia, fue un tema central en los discursos de las delegaciones de paz y quedó reflejada en la declaración conjunta. El Alto Comisionado para la Paz, Otty Patiño, reconoció el impacto de este suceso, señalando que “lamentar profundamente los acontecimientos (muerte de Hermes) que no pueden llamarse incidentes. Eso es volverlos insignificantes. Fue algo fatídico. Hemos ido maltratando la confianza con la Segunda Marquetalia. Así lo entiendo, lo entiende el presidente, el ministro de Defensa y lo entiende también el Alto Mando de las Fuerzas Militares”.
Patiño destacó que el hecho de que la muerte del disidente ocurriera el domingo y las delegaciones estuvieran reunidas el lunes, “habla de la entereza y la capacidad de sobrepasar las crisis que se generan con hechos tan lamentables como el de ayer (domingo)”. En su discurso, Patiño ofreció un abrazo de condolencia y expresó su esperanza de que, superada esta situación, se pueda avanzar en el proceso de paz.
Para el comisionado, “la paz está en crisis”, una afirmación que ha reiterado desde su época como jefe negociador con el ELN. Además de abordar la situación con la Segunda Marquetalia, Patiño aprovechó para hablar sobre la migración venezolana y la situación en la frontera, solicitando la colaboración del gobierno venezolano en este tema.
Patiño también se refirió al “albergue humanitario” que el gobierno de Nicolás Maduro ha proporcionado a combatientes colombianos, indicando que este debe ser “un proceso en función de la paz y no de la guerra. Ese albergue debe ser un esfuerzo que sume a la paz”. Enfatizó que la paz de Colombia está interconectada con la de Venezuela y viceversa, subrayando la importancia de la cooperación entre ambos países para lograr una paz duradera.