Los insultos contra Colombia no es lo único que sale de la voz de la ex presentadora de televisión, que es descrita por la entrevistadora como “una señora bajita, coqueta y verborrágica” que vive en un “departamento pequeño y austero de North Miami” en una “comunidad solo apta para viejitos”.
Vallejo dice, entre otras cosas, que se exilió en Estados Unidos para “salvar su vida, porque denunció la complicidad con el narcotráfico de políticos muy importantes de su país, entre los que había varios ex presidentes, pero sobre todo a Álvaro Uribe, que entonces estaba iniciando su segundo mandato”.
“Por Pablo pude saber que Uribe le concedió docenas de licencias para disponer de pistas de aterrizaje. Me decía que sin la ayuda de ‘ese muchachito bendito’ estaría trayendo la pasta de coca a pie desde Bolivia”, afirma Vallejo, de acuerdo con el periódico El Espectador que también presentó apartes del reportaje en el que Vallejo también menciona a “Alfonso López Michelsen y Ernesto Samper”.
Agrega que cuando conoció a Escobar “le pareció un tipo joven y generoso”, pero que “ahora lo odia y lo único que conservó de él fue un libro de Neruda”.
Virginia conoce bien la soledad y que aunque “en Colombia quedaron su madre y sus tres hermanos”, ella “cortó toda relación con sus familiares y en los siete años que lleva en Miami se retiró completamente de la vida social”. La revista cita de nuevo a Vallejo señalando que “nadie quiere ser amigo mío”.
Cortesía Revista Noticias de Argentina.