La ciudad de Cartagena ha decidido restringir el uso de las famosas chivas rumberas debido a una serie de problemas que han surgido con su operación.
Estos vehículos, conocidos por ser coloridos buses que ofrecen entretenimiento y música durante recorridos turísticos por la ciudad, han sido objeto de críticas y preocupaciones por parte de las autoridades locales.
El alcalde Dumek Turbay emitió un decreto que establece varias restricciones para las chivas rumberas, con el objetivo de abordar problemas como el consumo de licor, incluso por menores de edad, el uso de drogas, la afectación vial, el mal parqueo y el ruido excesivo, especialmente en áreas residenciales de la zona turística de Cartagena.
Las medidas incluyen la prohibición absoluta de consumir bebidas alcohólicas y de reproducir música en vivo dentro de estos vehículos. Además, se ha restringido el uso de dispositivos diseñados para generar ruido, como cornetas y pitos adaptados, así como el uso de luces intermitentes de alta intensidad que están reservadas para emergencias.
Para mantener un mayor control y orden, las chivas rumberas ahora operarán únicamente como medios de transporte en áreas como Bocagrande, El Laguito, Centro, Manga, Getsemaní, entre otros, durante horarios restringidos que van desde las 8:00 a.m. hasta las 5:00 p.m., y de 7:00 p.m. a 10:00 p.m.
En términos de aplicación y sanciones, el decreto menciona que se aplicarán las disposiciones vigentes del Código Nacional de Policía y Convivencia Ciudadana, así como otras leyes relacionadas, para garantizar el cumplimiento de estas nuevas regulaciones.