Esto se debe a que el costo de generación, que está directamente relacionado con el precio de bolsa, es uno de los componentes principales de la tarifa que los consumidores encuentran en su factura.
Cuando el precio de bolsa aumenta, los comercializadores de energía, encargados de facturar a los usuarios finales, trasladan este incremento al consumidor. Por ello se espera un alza en el precio de kilovatio/hora luego de que el precio de la energía en bolsa superara el tope del precio de escasez.
La magnitud del impacto en la tarifa dependerá del porcentaje de energía que el comercializador adquiere en el mercado spot y del porcentaje que tiene contratado a largo plazo a precios fijos.
Debido a la variabilidad del precio de bolsa, que puede cambiar hora a hora, la tarifa de energía eléctrica también puede presentar fluctuaciones en el tiempo. Esto significa que los usuarios finales pueden experimentar aumentos o disminuciones en su factura de energía, dependiendo del comportamiento del precio de bolsa.
La Comisión de Regulación de Energía y Gas (CREG), entidad encargada de regular el sector, puede implementar medidas para mitigar el impacto de los aumentos del precio de bolsa en la tarifa del usuario final, pero esta entidad está maniatada por la interinidad de sus comisionados.
Estas medidas pueden incluir la aplicación de subsidios o la definición de límites tarifarios, con el objetivo de proteger al consumidor y garantizar la asequibilidad del servicio.
El impacto final en la tarifa del usuario también está influenciado por otros componentes, como los costos de transmisión, distribución, comercialización y otros cargos regulatorios, que para el caso del caribe encarecen aún más la energía, por las pérdidas cobradas al usuario.