El área sembrada con cultivos de coca en el departamento del Cauca, Colombia, se ha quintuplicado en los últimos diez años, según revela el informe anual de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC).
Este incremento significativo ha convertido al Cauca en uno de los departamentos más afectados por la expansión de cultivos ilícitos en el país.
El reporte indica que en 2023, el Cauca registró 31.844 hectáreas de coca, un aumento del 21% respecto a las 26.223 hectáreas reportadas en 2022. Este crecimiento acelerado se concentra principalmente en la zona montañosa del departamento, donde se han formado nuevos núcleos de cultivos con altas densidades de siembra.
La UNODC destaca la presencia de cuatro enclaves productivos en el Cauca, que concentran el 44% del área con coca departamental en tan solo 864 km². Estos enclaves se caracterizan por su alta productividad y eficiencia en la producción de cocaína.
El informe señala que la expansión de los cultivos de coca en el Cauca coincide con un aumento en otras actividades ilícitas, como la explotación de oro de aluvión y los cultivos de amapola y marihuana. Esta diversificación de la oferta criminal ha convertido al departamento en un punto estratégico para grupos armados ilegales y organizaciones criminales.
La situación en el Cauca se ha visto agravada por un incremento en la violencia. El reporte indica que el 55% de los municipios con presencia de coca en el departamento reportaron homicidios de líderes sociales entre 2017 y 2023, con un total de 252 líderes asesinados en este período.
La UNODC advierte que la convergencia de cultivos ilícitos, minería ilegal y violencia en el Cauca representa un desafío significativo para las autoridades y las comunidades locales.
El informe urge implementar estrategias integrales que aborden no solo la erradicación de cultivos, sino también el desarrollo alternativo y la seguridad en la región.
El gobierno colombiano, en respuesta a esta situación, ha incluido al Cauca en sus programas de sustitución de cultivos ilícitos y desarrollo rural. Sin embargo, el informe sugiere que se requieren esfuerzos adicionales y sostenidos para contrarrestar la rápida expansión de la economía ilícita en el departamento.