MOSCÚ (Reuters) | Boris Nemtsov, un líder político opositor ruso y ex primer ministro, fue asesinado a balazos en el centro de Moscú, informó el Ministerio de Interior ruso en los primeros minutos del sábado.
Nemtsov, de 55 años, era un fuerte crítico del presidente Vladimir Putin y de su papel en la crisis de Ucrania, y se disponía a tomar parte el domingo de la primera gran protesta opositora celebrada en meses en la capital rusa.
Nemtsov recibió cuatro disparos el viernes por la noche, no muy lejos de los edificios del Kremlin, en el centro de Moscú.
Los disparos fueron efectuados desde un coche blanco mientras cruzaba un puente con una mujer ucraniana, quien resultó ilesa.
Inmediatamente después del incidente, la policía acordonó el puente durante dos horas.
“Nemtsov B.E. murió a las 23.40 hora local como resultado de cuatro disparos en la espalda”, dijo por teléfono una portavoz del Ministerio de Interior.
Nemtsov, ex viceprimer ministro que temía por su vida, es el líder opositor más prominente asesinado durante los 15 años de gobierno de Putin. El Kremlin no se sintió responsable y el gobierno dijo que se iba a hacer todo lo posible para encontrar a los asesinos.
Putin condenó el asesinato “brutal” y asumió el control de la investigación, al afirmar que podría haber sido un asesinato por encargo y una “provocación” en vísperas de una gran manifestación convocada por la oposición para este domingo y que Nemtsov debería haber encabezado.
Pero la muerte centró la atención en el tratamiento duroque reciben los opositores del Kremlin en la tercera legislatura de Putin, durante la cual varios líderes críticos han sido encarcelados o han huido del país tras manifestaciones masivas contra Putin hace tres años.
“Que un líder de la oposición pueda ser asesinado a tiros delante de las murallas del Kremlin está más allá de la imaginación. Solo puede haber una sola versión: Que le dispararon por decir la verdad”, dijo Michael Kasyanov, un líder de la oposición y ex primer ministro bajo Putin.
Nadie se atribuyó de inmediato la autoría del asesinato y el ex presidente soviético Mijail Gorbachov advirtió en contra de sacar conclusiones precipitadas.
“Ciertas fuerzas intentarán utilizar la matanza en su propio beneficio. Están pensando cómo deshacerse de Putin”, dijo.
El presidente estadounidense, Barack Obama, pidió una investigación rápida, imparcial y transparente para garantizar que los responsables fueron llevados ante la justicia por el “asesinato vicioso.”
Políticos de la oposición y algunos altos cargos extranjeros dijeron que el asesinato mostró los problemas que enfrentan los disidentes en un país gobernado por Putin.