Rusia intensificó sus ataques contra Ucrania lanzando por primera vez un misil balístico hipersónico desde Astracán, junto con otros misiles deseables, en un ataque dirigido a infraestructuras críticas en Dnipro.
El ataque, realizado entre las 5:00 y 7:00 horas, incluyó un misil hipersónico KH-47M2 Kinzhal y siete misiles crucero KH-101.
Vladimir Putin confirmó personalmente el uso del misil hipersónico Oreshnik, que viaja a velocidades entre 2,5 y 3 kilómetros por segundo, asegurando que es “imposible” de interceptar por los sistemas de defensa actuales. El presidente ruso justificó el ataque como respuesta al uso de misiles estadounidenses y británicos por parte de Ucrania.
La Fuerza Aérea ucraniana informó haber destruido seis misiles X-101, pero no logró interceptar el misil balístico intercontinental ni el KH-47M2.
Putin advirtió que alertará a la población ucraniana por “motivos humanitarios” cuando utilicen estas armas, mientras reafirmó su derecho a atacar instalaciones militares de países que apoyan a Ucrania con armamento.