El presidente del Corea del Sur declaró la ley marcial y ordenado la suspensión de todas las actividades políticas en el país, incluyendo las de la Asamblea Nacional, en medio de crecientes tensiones con la oposición, a quien acusa de simpatizar con Corea del Norte.
El general Park An-su, nombrado comandante bajo la ley marcial, ha prohibido las manifestaciones y actividades partidistas, mientras tropas militares han tomado posiciones en el complejo parlamentario. La medida ha provocado protestas ciudadanas frente a la Asamblea Nacional.
La crisis estalló después de que el Partido Democrático, mayoría en el Parlamento, aprobara unilateralmente los presupuestos para 2025 con recortes significativos y mociones para destituir a altos funcionarios. Yoon justificó la medida acusando a la oposición de realizar “actividades anti-estatales” y ser “fuerzas pro-norcoreanas”.
El Ministro de Defensa, Kim Yong-hyun, ha ordenado una vigilancia estricta del Ejército, mientras la policía bloquea los accesos al Parlamento. Esta acción representa la crisis política más grave en Corea del Sur en décadas, levantando preocupaciones sobre el futuro de la democracia en el país.
La comunidad internacional observa con preocupación el desarrollo de los acontecimientos en una de las democracias más estables de Asia.