El periodista ucraniano y doctor en Ciencias Políticas Alexánder Dudchak aseguró sentirse pesimista en relación con el encuentro bilateral que sostendrán hoy en Minsk el presidente ruso, Vladimir Putin, y su par ucraniano, Petro Poroshenko.
Si por resultados entendemos el fin de la guerra no podemos hacernos ilusiones, para Kiev es imposible asumir la vía pacífica, afirmó al referirse al encuentro que tendrá lugar al margen de la reunión de mandatarios de la Unión Aduanera de Belarús, Kazajstán, Rusia, Ucrania y líderes de la Unión Europea (UE).
La conclusión de las hostilidades significaría para los gobernantes ucranianos ocuparse de la economía, y eso es imposible sin la cooperación de Rusia y sin el potencial industrial de la región oriental de nuestro país, que ya está destruido, dijo Dudchak en declaraciones a Prensa Latina.
Considera el politólogo que al evidenciarse esa tragedia económica, el pueblo que estuvo en las protesta de la plaza Maydán y hasta la población de la zona occidental, tradicionalmente más pro europea, se preguntarán por qué ucrania tomo ese camino.
Por eso sigue siendo una prioridad involucrar a Rusia en la guerra como una supuesta amenaza. Es la única opción para justificar todos los fallos y errores de quienes llegaron al poder después del 22 de febrero, explicó.
Al referirse al curso de la conflagración entre ucranianos, Dudchak admite como un posible escenario que el propio Ejército detenga las hostilidades ante el auge que va tomando el movimiento anti guerrerista, incluso en territorios del oeste.
La gente no quiere recibir a sus hijos, a sus maridos en los ataúdes, y si la opción violenta sigue, el separatismo también cobrará fuerza en La zona occidental de Ucrania, explicó enfático.
Recordó el estudioso que ya se registra un movimiento activo contra la violencia en Transcarpatia, que las minorías húngaras y los rutenos dicen que esa no es su guerra y no ven motivos para participar en ella.
Observó que en esencia se trata de un auge de la desobediencia respecto al poder central para introducir la autonomía y la toma de decisiones independientes sin tomar en cuenta el criterio de Kiev.
Dudchak expresó la esperanza de que a los ciudadanos de Ucrania les alcance la capacidad mental y la conciencia para vencer el bloqueo informativo impuesto por los gobernantes a las zonas del oeste y el centro del país, y entender que lo que está ocurriendo es una guerra fratricida.
Simplemente, hay que detener los combates y negociar, advierte.
Sin embargo, aclara, hasta los llamamientos a cesar las hostilidades son valorados en Kiev como complicidad con quienes el Gobierno denomina terroristas.
Desear que la guerra termine es suficiente para ser acusado de separatismo y terrorismo y llevado a la cárcel, dijo el politólogo ucraniano.