El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha instado a la aerolínea Gol a “rendir cuentas” por la muerte de un perro que fue enviado en un vuelo equivocado, generando una gran atención mediática en el país.
Lula expresó su preocupación durante un evento y señaló que la Agencia Nacional de Aviación Civil (Anac) debería fiscalizar el incidente. La Anac ha iniciado una investigación y ha otorgado a Gol tres días para proporcionar su declaración. Además, aclararon que las aerolíneas son responsables del transporte de las mascotas desde el embarque hasta su recepción.
La aerolínea Gol lamentó profundamente la muerte del perro, llamado Joca, y anunció la suspensión temporal del transporte de mascotas durante un mes para investigar el incidente, atribuyéndolo a un “fallo operacional”.
El perro fue enviado en un vuelo de São Paulo a Fortaleza en lugar de su destino correcto, Sinop, lo que prolongó el viaje de dos horas y media a casi ocho. A pesar de recibir atención en Fortaleza, Joca falleció al llegar al aeropuerto de São Paulo.
El propietario, João Fantazzini, responsabilizó a la aerolínea por lo sucedido, calificándolo como un “asesinato”. Según su relato, Joca estuvo una hora y media en la pista de aterrizaje de Fortaleza, en una jaula, sin comida y expuesto a temperaturas de alrededor de 36 grados Celsius.