La Asamblea Nacional de Corea del Sur aprobó este sábado 14 de diciembre la destitución del presidente Yoon Suk-yeol, tras su polémica decisión de declarar la ley marcial el pasado 3 de diciembre. La votación alcanzó los 204 votos a favor, superando el umbral de dos tercios necesarios para la destitución, con 85 votos en contra, tres abstenciones y ocho votos nulos.
La moción de destitución, presentada por la oposición, logró el apoyo crucial de varios miembros del propio partido del presidente (People), sumándose a los 192 escaños que ya controlaba la oposición en el parlamento de 300 miembros.
El detonante de la crisis fue la decisión de Yoon de otorgar amplios poderes de emergencia a los militares para combatir lo que él denominó “fuerzas antiestatales” y enfrentar a la oposición política. A pesar de sus posteriores disculpas públicas, el mandatario defendió su decisión y se resistió a dimitir.
Según establece la Constitución surcoreana, el primer ministro Han Duck-soo asumirá la presidencia interina mientras el Tribunal Constitucional decide, en un plazo máximo de seis meses, si confirma la destitución. De ratificarse la decisión parlamentaria, se convocarán elecciones anticipadas.
Yoon se convierte en el segundo presidente conservador consecutivo destituido en Corea del Sur, después de Park Geun-hye en 2017, marcando un precedente histórico en la política del país asiático.