Viena, 9 ene (PL). Los miembros de la OPEP en el golfo Pérsico y Arabia Saudita mantienen hoy su negativa de reducir la extracción de petróleo para estimular los precios, pese a la pérdida del 30 por ciento de su valor.
Esas naciones, que aportan más de la mitad de la producción de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), argumentan que cotizaciones más bajas reducirán el bombeo de los competidores, reanimarán la economía e incitarán la demanda.
Durante esta semana el crudo se ha mantenido por debajo de los 50 dólares. Este jueves el petróleo West Texas Intermediate cerró a 48,79 dólares el barril, mientras el Brent, de referencia en Europa y el resto de los mercados internacionales, lo hizo a 50,96 dólares.
Según los analistas, los fuertes recortes se deben, en primer lugar, al inesperado aumento de la producción estadounidense por la explotación del llamado shale o esquistos, la cual ha crecido en 80 por ciento desde 2008, lo que supone un aumento del orden de los 3,9 millones de barriles por día (bpd).
Dicha cantidad, con la única excepción de Arabia Saudita, es más de lo que extrae individualmente cualquier miembro de la OPEP.
Para Estados Unidos esto supone importar tan sólo el 30 por ciento de sus necesidades, o sea la mitad de lo que importaba antes de la revolución del shale, además de haber aumentado sustancialmente la competitividad de su economía.
La segunda causa es la caída de la demanda global provocada por la sensible baja del nivel de actividad económica en buena parte del mundo, en particular en Europa y en algunos países emergentes.
También han influido otros factores como el aumento de la oferta de productores fuera de la OPEP en un millón 400 mil barriles diarios, frente a una demanda global que hoy crece por debajo del millón de barriles diarios.
A pesar de ese telón de fondo en su último encuentro, el 27 de noviembre del pasado año, la OPEP rechazó limitar el bombeo después de que el ministro saudita del Petróleo, Ali al-Naimi, dijo que el grupo tenía que defenderse en el mercado frente al crudo de esquisto estadounidense y otra competencia.
Esa agrupación prevé un creciente superávit en 2015, por la mayor oferta fuera del grupo y un pobre crecimiento de la demanda global.
La OPEP acordó en esa cita mantener su producción de 30 millones de bpd, decisión ratificada este miércoles por el ministro del Petróleo de Emiratos Árabes Unidos, aunque los miembros africanos, junto con Irán y Venezuela, insisten en una reducción.
En este panorama Estados Unidos es el más beneficado, pues ahora ahora paga unos 160 billones (millón de millones) de dólares anuales menos que antes por los combustibles que utiliza, además de Japón, que importa todo lo que consume.