EUROPA PRESS | El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, va a cambiar la política sobre rehenes para permitir a las familias de secuestrados que paguen el rescate que les exigen los secuestradores, tras las críticas que ha recibido su administración por la muerte de varios norteamericanos a manos de milicianos de Estado Islámico.
Según informa la revista ‘Foreign Policy’, gracias a este cambio, las familias podrán abonar si lo desean el rescate que les exigen los secuestradores sin temor a que ese pago pueda derivar posteriormente en un proceso judicial en su contra.
Dos fuentes gubernamentales estadounidenses y varias fuentes conocedoras del cambio han confirmado el viraje que va a anunciar el mandatario y que es el resultado de la revisión de la política sobre rehenes iniciada por Washington en 2014, tras la muerte de los periodistas estadounidenses James Foley y Steven Sotloff y el cooperante Peter Kassig, ejecutados por milicianos de Estado Islámico.
Otros tres norteamericanos, el periodista Luke Somers en Yemen y los cooperantes Kayla Mueller en Siria y Warren Weinstein en la frontera entre Afganistán y Pakistán han muerto estando bajo custodia de sus secuestradores.
El cambio en la política de la Casa Blanca –que hasta ahora se ha negado a aceptar la negociación y el pago de rescate para conseguir la liberación de rehenes– incluirá la creación de un centro gubernamental de recuperación de rehenes en el FBI, en un intento por apaciguar los ánimos de las familias de secuestrados que han sido ejecutados por sus captores. La Nota completa aquí