EFE | El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció hoy que ralentizará la retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán y mantendrá a 9.800 militares hasta final de año en lugar de reducir esa cifra a la mitad, como preveía inicialmente, ante la persistencia de la inestabilidad en ese país.
Obama accedió así en parte a los reclamos del mandatario afgano, Ashraf Gani, de visita en Washington y cuyo objetivo era solicitar el mantenimiento de tropas estadounidenses en su país más allá de 2016.
En una conferencia de prensa conjunta con Gani en la Casa Blanca, Obama subrayó que la fecha de la retirada total de las tropas “no cambiará”, pero sí defendió el aplazamiento de la reducción prevista para este año y detalló que la “trayectoria” para 2016 se definirá más adelante.
Afganistán “sigue siendo un lugar muy peligroso”, subrayó el presidente norteamericano al citar los atentados “suicidas” contra civiles que viene sufriendo ese país y al sostener que la ralentización de la retirada de las tropas obedece a la petición de “flexibilidad” en ese proceso hecha por Gani.
Hasta finales de 2014, la presencia de las tropas de Estados Unidos estuvo amparada por la misión internacional de la OTAN y desde enero pasado, aún amparados por la Alianza Atlántica, hay destacados en Afganistán unos 10.000 militares para labores de entrenamiento y asistencia.
El calendario de retirada modificado con el anuncio de hoy preveía originalmente reducir esa cifra a la mitad al finalizar 2015, y rebajarla de nuevo al término de 2016 a solo unos 1.000 militares necesarios para la seguridad de la embajada estadounidense en Kabul.
Obama, que se comprometió a poner fin a las guerras en Irak y Afganistán al llegar a la Casa Blanca, argumentó hoy que, dada la situación actual, “merece la pena” retrasar unos meses la salida de las tropas.
Mantener a 9.800 militares durante un tiempo más de lo previsto inicialmente obedece a que “queremos asegurarnos de que estamos haciendo todo lo posible para ayudar a las fuerzas de seguridad afganas a tener éxito” en la lucha contra la insurgencia talibán y “así no tendremos que volver”, defendió el presidente.
El mandatario admitió los “riesgos” que supone este cambio para los militares de Estados Unidos, pero dijo al mismo tiempo que han pasado 90 días desde el último caso de muerte de soldados estadounidenses en Afganistán y eso se debe, precisamente, a que las tropas ya no están “en rol de combate”.
La “flexibilidad” en la retirada a la que ha accedido Obama “será utilizada para acelerar las reformas, para asegurar que las fuerzas de seguridad afganas están mucho mejor equipadas y entrenadas”, argumentó, por su parte, Gani.
“Vamos a continuar apoyando el proceso de reconciliación afgana”, dijo también Obama, mientras que Gani, al subrayar su “compromiso con la paz”, agradeció a las tropas estadounidenses y a los contribuyentes de este país por el apoyo a la misión militar en Afganistán.
Antes de su encuentro de hoy con Obama, Gani sostuvo este lunes una jornada de conversaciones con el secretario de Estado de EE.UU. John Kerry, y el jefe del Pentágono, Ashton Carter.
Durante sus conversaciones con Kerry y Carter a lo largo de la jornada, Gani obtuvo el compromiso del Gobierno estadounidense de que pedirá fondos al Congreso “para sostener a un personal de 352.000″ fuerzas de seguridad afganas al menos hasta 2017, en palabras del jefe del Pentágono.
Además, Kerry anunció la dotación de “hasta 800 millones de dólares en ayuda estadounidense” para una “alianza de desarrollo” centrada en “incentivar y medir las actividades de reforma y desarrollo lideradas por los afganos”. EFE