La industria automotriz global se prepara para una transformación histórica con el anuncio de la fusión entre Honda y Nissan, prevista para agosto de 2026. La operación, que podría incluir también a Mitsubishi Motors, creará el tercer conglomerado automotriz más grande del mundo, solo superado por Toyota y Volkswagen.
El impacto inmediato del anuncio se reflejó en la Bolsa de Tokio, donde las acciones de las tres compañías registraron alzas significativas: Honda aumentó 3.8%, Nissan 1.6% y Mitsubishi Motors 5.3%. Sin embargo, la fusión no será entre iguales, ya que el valor bursátil de Honda cuadruplica al de Nissan, otorgándole mayor poder en la selección de altos directivos.
Esta alianza estratégica surge como respuesta al dominio creciente de las automotrices chinas en el mercado de vehículos eléctricos. Según explica Toshihiro Mibe, presidente de Honda, la decisión busca ganar masa crítica para evitar ser desplazados hacia 2030. El mercado chino, que anteriormente representaba un bastión para las marcas extranjeras con el 53% de las ventas, ahora solo alcanza el 33%.
La integración plantea interrogantes sobre el futuro papel de Renault, que posee el 35% de Nissan, y refleja la urgencia de la industria japonesa por adaptarse a un mercado donde China lidera la revolución eléctrica, con empresas como BYD y Geely dominando el panorama global.