Más de 30 religiosas de la Orden de Santa Clara fueron expulsadas abruptamente de tres conventos en Nicaragua, según denunciaron este miércoles investigadores y medios en el exilio, en lo que representa una nueva escalada en la persecución del régimen de Daniel Ortega contra la Iglesia católica.
Martha Patricia Molina, abogada y experta en asuntos eclesiásticos, informó que las monjas fueron “sacadas, desalojadas de sus monasterios” durante la noche del martes, permitiéndoles llevar consigo solo lo que podían cargar en sus manos. Hasta el momento se desconoce el paradero de las religiosas, en su mayoría nicaragüenses.
Los desalojos se produjeron en conventos ubicados en Managua, Matagalpa y Chinandega. Según el diario La Prensa desde el exilio, la orden religiosa, establecida legalmente en Nicaragua desde 2004, había sido cancelada en 2023 junto a otras ONG vinculadas a la Iglesia.
Esta acción se enmarca en una reforma “constitucional” reciente que otorga poder absoluto a Ortega y su esposa Rosario Murillo, y establece la vigilancia estatal sobre la Iglesia. El régimen acusa a la institución religiosa de haber apoyado las protestas opositoras de 2018.