Nicolás Maduro lanzó fuertes acusaciones contra el gobierno de Chile. Durante la celebración del 87° aniversario de la Guardia Nacional Bolivariana, Maduro afirmó que el gobierno chileno avala “centros de entrenamiento pinochetistas” para venezolanos.
Según el mandatario, estos centros buscarían preparar a opositores para realizar “acciones terroristas” en Venezuela. Maduro vinculó estas supuestas actividades con las manifestaciones ocurridas tras las elecciones presidenciales del 28 de julio, cuyos resultados no han sido reconocidos por Chile.
“Estamos enfrentando y derrotando un golpe de Estado ciberfascista criminal”, declaró Maduro, quien aseguró estar siendo víctima de múltiples intentos de desestabilización por parte de naciones vecinas.
No es la primera vez que el dictador venezolano lanza este tipo de acusaciones. El 1 de agosto, en una rueda de prensa, afirmó que varios detenidos durante protestas recientes habían sido entrenados en Chile y Perú.
Estas declaraciones aumentan la tensión entre Venezuela y Chile, cuyas relaciones diplomáticas ya se encuentran deterioradas por el no reconocimiento del gobierno chileno a los resultados electorales venezolanos. El incidente plantea interrogantes sobre el futuro de las relaciones entre ambos países y la estabilidad regional.