PRENSA LATINA
Pese a la suspensión por el Tribunal Constitucional español y en un panorama confuso, Cataluña se prepara hoy para realizar una consulta independentista mañana, en lo que algunos califican como día del no retorno.
Las preguntas de la discordia con el gobierno español ya están impresas en las boletas: ¿Quiere que Cataluña sea un Estado? y, en caso afirmativo ¿Quiere que este Estado sea independiente?.
En medio de la tensión, más de 40 mil voluntarios están listos para supervisar la votación en 938 de los 947 municipios catalanes, donde se instalaron seis mil 430 urnas en mil 255 colegios.
La Generalitat (sistema institucional de autogobierno catalán) anunció, luego de una reunión de las fuerzas que apoyan la iniciativa, la decisión de mantener la responsabilidad de la organización, pero aclaró que su ejecución estará en manos de voluntarios.
Esta precisión busca neutralizar advertencias del gobierno español por medio de su vicepresidenta, Soraya Sáez, quien indicó al presidente de la Generalitat, Artur Más, que no puede forzar a los ciudadanos a incumplir la ley.
Sáez expuso que el gobierno no actuará si la consulta es realizada por la sociedad civil, aunque evitó confirmar si se realizará alguna acción judicial o policial de mantenerse las autoridades al frente del proceso de votación.
A instancias del gobierno español, el Tribunal Constitucional suspendió primero un referendo convocado por el parlamento catalán, luego una consulta propuesta por el gobierno regional y rechazó los recursos presentados contra ambas decisiones.
En un intento legal de última hora, la Generalitat presentó ayer en el registro del Tribunal Constitucional un recurso para reconsiderar y dejar sin efecto la admisión a trámite de la impugnación presentada por las autoridades españolas.
El gobierno catalán aclaró que no se trató de un recurso de súplica, como se informó, sino de un trámite para clarificar el alcance de las decisiones sobre la suspensión cautelar del proceso, debido a declaraciones de varios miembros del Gobierno central.
La afirmación de las autoridades catalanas de que mantendrán la responsabilidad pero no la ejecución de la consulta y las advertencias de Sáez sin precisiones concretas añadieron más incertidumbre en relación con lo que sucederá la jornada de este domingo.
Los partidos y grupos defensores del derecho a decidir llamaron a una participación masiva en un intento de otorgarle mayor peso político a un acto sin validez jurídica, pero que sin dudas tendrá fuerte influencia en el futuro de Cataluña y el páis
