La Oficina de la ONU para los Derechos Humanos expresó su profunda preocupación por las “múltiples violaciones y abusos” que enfrentan los migrantes que atraviesan la densa jungla del Tapón del Darién, una región montañosa que conecta Suramérica con Centroamérica y es un destino común para aquellos que buscan llegar a Estados Unidos o Canadá.
Marta Hurtado, portavoz de la ONU, destacó que los migrantes enfrentan un riesgo significativo de violaciones de derechos humanos, incluyendo la violencia sexual, que afecta especialmente a niños, mujeres, personas LGBTI y con discapacidades.
Entre las violaciones reportadas se incluyen asesinatos, desapariciones, tráfico de personas, robos e intimidaciones perpetrados por grupos criminales.
En lo que va del año 2023, más de 330,000 personas cruzaron la región del Darién, una cifra que supera el récord anual anterior de 248,000 personas en 2022. Según Hurtado “los migrantes están expuestos a múltiples violaciones y abusos de los derechos humanos durante su viaje, incluida la violencia sexual, que supone un riesgo especial para los niños, las mujeres, las personas del colectivo LGBTI y las personas con discapacidad”.
El Gobierno de Panamá respondió al aumento de la migración construyendo centros de recepción en la provincia de Darién y en la frontera con Costa Rica, proporcionando refugio, alimentos, atención médica y agua. Sin embargo, según la Portavoz de la ONU, la asistencia humanitaria sigue siendo insuficiente, lo que empeora las ya precarias condiciones de vida y aumenta la vulnerabilidad de las personas.
La ONU insta a la comunidad internacional a fortalecer su apoyo y exhorta a ambos países a abordar los “factores estructurales” que obligan a las personas a abandonar sus hogares y embarcarse en estos peligrosos viajes en busca de una vida más digna y segura para ellos y sus familias.
“Abordar los desafíos migratorios exige esfuerzos y soluciones colectivas a nivel regional e internacional”, concluyó la portavoz.