La mujer condenada a muerte en Sudán da a luz a una niña

       Meriam Yehya Ibrahim ha dado a luz a una niña. La mujer condenada a muerte en Sudán por convertirse al cristianismo ha tenido a su segundo hijo en prisión, donde espera a ser ejecutada. Según informa Bloomberg, la médico, de 27 años, tuvo a su hija en el hospital de la prisión de Orduman, donde está retenida. Su otro hijo, de veinte meses de edad, está retenido a su lado en la prisión desde finales de febrero. Meriam fue condenada...


Meriam Yehya Ibrahim ha dado a luz a una niña. La mujer condenada a muerte en Sudán por convertirse al cristianismo ha tenido a su segundo hijo en prisión, donde espera a ser ejecutada. Según informa Bloomberg, la médico, de 27 años, tuvo a su hija en el hospital de la prisión de Orduman, donde está retenida.

Su otro hijo, de veinte meses de edad, está retenido a su lado en la prisión desde finales de febrero. Meriam fue condenada a muerte en la horca el pasado 11 de mayo, cuando se negó a renunciar a su fe. La corte de la capital sudanesa, Jartum, la acusa de dos crímenes: apostasía y adulterio, por haberse convertido al cristianismo y por casarse con un cristiano. Por apostasía recibirá la pena de muerte, por adulterio, cien latigazos.

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Meriam Yehya Ibrahim, en una imagen junto a su marido el día de su boda.
Meriam Yehya Ibrahim, en una imagen junto a su marido el día de su boda.

La corte acordó también retrasar la ejecución hasta dentro de dos años, para que pudiera dar a luz y amamantar a su hijo. Después, será ejecutada. Según las leyes musulmanas, el matrimonio entre alguien que sea musulmán y otra persona cristiana no es reconocido legalmente y por tanto los hijos de ese enlace son considerados ilegítimos. Ésta es la razón por la que el hijo de la pareja, de tan sólo 20 meses, también ha sido encarcelado.

Su marido no ha sido condenado por falta de pruebas y porque es cristiano de origen y se casó con ella cuando ya se había convertido. La mujer es hija de un musulmán, pero fue educada por su madre, procedente de Níger, en la religión cristiana. El jurado la considera musulmana, ya que la religión se transmite a través de la figura paternal. Le dio tres días para renunciar a su fe y retornar al Islam, pero ella lo rechazó.

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Su condena a muerte provocó la condena de toda la comunidad internacional y de varias ONGs, entre ellas, Amnistía Internacional. Sudán es un país principalmente musulmán y el estado impone la ley sharía, por la cual se condena todo comportamiento alejado del Islam. El sur del país, independiente desde 2011 bajo el nombre de Sudán del Sur, es de mayoría cristiana.