EUROPA PRESS | La guerra contra el terrorismo lanzada en 2001 a raíz de los atentados del 11-S en Estados Unidos ha dejado un total de 149.000 muertes directas en Afganistán y Pakistán, incluidos más de 47.700 civiles, según un estudio publicado este martes por el Instituto Watson para los Estudios Internacionales de la Universidad de Brown, en Estados Unidos.
El informe ‘Muertes, heridos y desplazados relacionados con la guerra en Afganistán y Pakistán 2001-2014’ ha sido realizado por el proyecto Costes de Guerra de este instituto y dirigido por Neta C. Crawford, codirectora del proyecto y profesora de Políticas de la Universidad de Boston.
Además de las muertes directas, entre las que figuran civiles, policías y miembros de las fuerzas de seguridad de los dos países, así como sus rivales, incluidos los talibán, el informe documenta 162.000 heridos de gravedad.
Asimismo, considera que los enfrentamientos, la violencia, el desplazamiento interno y la destrucción de servicios públicos también han ocasionado un número indeterminado de muertes indirectas por malnutrición, enfermedad y falta de acceso a atención, precisa el Instituto Watson en un comunicado.
La codirectora del proyecto y profesora de la Universidad Brown, Catherine Lutz, ha enmarcado el informe en “las significativas consecuencias humanas y financieras que las guerras tras el 11-S han tenido en Estados Unidos”. “Este informe nos recuerda que los ciudadanos de Afganistán y Pakistán también han sufrido pérdidas irreparables”, ha subrayado.
En el caso de Afganistán, según Crawford, 26.270 civiles han muerto desde el inicio de la guerra en 2001 y las víctimas se han incrementado a partir de 2007. Además, otros 29.900 civiles han resultado heridos, algunos de los cuales han tenido que ser amputados. (Lea la nota completa acá)