PL | La secretaria general adjunta de Naciones Unidas Valerie Amos exigió hoy al Consejo de Seguridad medidas que detengan el sufrimiento de civiles por el conflicto en Siria y garanticen la asistencia humanitaria a las víctimas de las hostilidades.
En una nueva sesión del órgano de 15 miembros para abordar la crisis en el país levantino, la funcionaria advirtió que la muerte, la destrucción de infraestructura vital y los desplazamientos forzados siguen dominando la realidad de la nación.
Amos presentó el decimoquinto reporte del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, sobre el cumplimiento de las resoluciones 2139, 2165 y 2191 del Consejo, dirigidas a poner fin al conflicto y demandar el acceso de ayuda a la población afectada.
La 2139 fue adoptada en abril de 2014, sin embargo no vemos en el terreno mejoría alguna, porque continúa el impacto devastador de los combates en los civiles, agravado por el accionar de grupos extremistas como el Estado Islámico (EI), advirtió.
Según la secretaria general adjunta encargada de los asuntos humanitarios, quien dejará el cargo en los próximos días, desde entonces, las personas asediadas aumentaron hasta 422 mil, las desplazadas internas llegaron a más de ocho millones y las refugiadas en países vecinos a cuatro millones.
Aunque el gobierno sirio cuestiona las cifras manejadas por la ONU, reconoce la gravedad de los daños causados a la población por la crisis desatada en marzo de 2011, la cual atribuye a la presencia de mercenarios y extremistas apoyados por potencias occidentales y sus aliados árabes, con el interés de imponer el cambio de régimen en Damasco.
Las medidas propuestas por Amos incluyen además de la protección de civiles y las facilidades de acceso a la ayuda humanitaria, el cese del asedio a poblados y ciudades, el procesamiento penal de los responsables de crímenes y el incremento de la asistencia financiera a las agencias encargadas de la asistencia.
Como ha sido usual en los reportes de Ban sobre la crisis siria, acusa sin distinciones al Gobierno, la oposición armada y los terroristas como el EI de asesinar, mutilar y atacar a la población.
Damasco condena esta postura y demanda a la ONU, en particular al Consejo de Seguridad, un mayor compromiso con la erradicación del terrorismo sembrado desde el extranjero contra la nación levantina.