Washington apoya abiertamente los esfuerzos diplomáticos de Colombia, Brasil y México para resolver la crisis política en Venezuela, tras las elecciones del 28 de julio.
Mark Wells, funcionario interino del Departamento de Estado para Latinoamérica, expresó el respaldo estadounidense al diálogo propuesto por estos países, destacando una coordinación estrecha con sus gobiernos. Wells enfatizó la necesidad de una “transición democrática” negociada entre el chavismo y la oposición.
“Hemos examinado las evidencias y determinado que sería casi imposible falsificar las actas, explicó Mark Wells”, sostuvo el subsecretario interino para Asuntos del Hemisferio Occidental.
La situación en Venezuela sigue tensa. Mientras el Consejo Nacional Electoral (CNE) proclamó la victoria de Maduro sin evidencias concluyentes, la oposición presentó actas que darían el triunfo a Edmundo González Urrutia. EE.UU. ya reconoció la victoria de este último.
El canciller colombiano, Luis Gilberto Murillo, anticipó posibles avances en la mediación en las próximas semanas. Paralelamente, el CNE entregó las actas de escrutinio al Tribunal Supremo de Justicia para su revisión.
La crisis ha desencadenado protestas que, según ONG, han dejado al menos 24 muertos y más de 2.000 detenidos. La comunidad internacional observa atentamente, esperando una resolución pacífica que restaure la estabilidad en Venezuela y la región.