La Oficina de Estadísticas Económicas (BEA) de Estados Unidos confirmó que el país creció un 3,1% en 2023, según la última y definitiva revisión del Producto Interior Bruto (PIB). Esta cifra supera las estimaciones de los economistas y se sitúa por encima del 2,1% de crecimiento registrado en 2022, año en el que la primera economía del mundo experimentó una recesión técnica.
El informe de la BEA también reveló que la economía estadounidense creció solo un 0,8% en el cuarto trimestre, en comparación con el 1,2% del tercer trimestre. Sin embargo, el ritmo anual de crecimiento en el último trimestre del año fue del 3,4%, una décima más de lo estimado previamente, frente al 4,9% registrado en el trimestre anterior.
Estos datos se dan a conocer una semana después de que la Reserva Federal (Fed) celebrara su segunda reunión de política monetaria del año, en la que decidió mantener los tipos de interés en la horquilla del 5,25% y el 5,5%, su máximo nivel desde 2001. El regulador estadounidense analiza de cerca cifras como el PIB y la inflación para tomar sus decisiones sobre política monetaria.
En cuanto a la inflación, subió una décima, al 3,2%, en febrero a nivel interanual, mientras que respecto a enero aumentó un 0,4%, superando las expectativas de los analistas y alejándose aún de la meta del 2% establecida por la Fed.
El sólido crecimiento del PIB en 2023 sugiere que la economía estadounidense ha logrado superar los temores de una recesión prolongada, a pesar de los desafíos que ha enfrentado en los últimos años. No obstante, el aumento de la inflación sigue siendo una preocupación para los responsables de la política monetaria y los consumidores.
Los expertos señalan que el crecimiento del 3,1% en 2023 es un indicador positivo para la economía estadounidense, ya que refleja una mayor actividad económica y una recuperación de los sectores más afectados por la pandemia. Sin embargo, advierten que aún existen riesgos e incertidumbres, como la evolución de la inflación y los posibles efectos de las tensiones geopolíticas.
En este contexto, se espera que la Fed continúe monitoreando de cerca los indicadores económicos y ajustando su política monetaria según sea necesario para mantener la estabilidad de precios y promover un crecimiento económico sostenible. Mientras tanto, los inversores y analistas seguirán de cerca la evolución de la economía estadounidense en los próximos meses.