El Papa Francisco permitirá que mujeres y laicos puedan votar en la próxima reunión de obispos de todo el mundo

La decisión fue aprobada por el papa Francisco, en línea con su política de dar más espacio a las mujeres.
1 año atrás

El Vaticano anunció una histórica decisión en la Iglesia Católica: mujeres y laicos tendrán derecho a votar en el próximo sínodo o asamblea de obispos de todo el mundo, convocada para debatir sobre el futuro de la Iglesia en octubre.

La decisión fue aprobada por el papa Francisco, en línea con su política de dar más espacio a las mujeres dentro de la institución.

Hasta ahora, el derecho a voto en un sínodo estaba reservado exclusivamente a los clérigos, y las mujeres habían reclamado durante mucho tiempo su participación. En esta ocasión, otros “70 miembros, en representación de los demás fieles del pueblo de Dios” podrán votar, siendo el 50% de ellos mujeres y en lo posible jóvenes, según indica el documento divulgado por el Vaticano.

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Desde el Concilio Vaticano II en la década del 60, los pontífices convocan a Roma a los obispos y representantes de los obispados de todo el mundo para abordar asuntos concretos para la iglesia. Al término de las reuniones, los obispos votan propuestas y las presentan al papa, quien elabora un documento basándose en ellas.

El papa Francisco ha querido reunir en el Vaticano a los obispos de todo el mundo para analizar grandes temas, como el lugar de la mujer en la Iglesia, la gestión de la pedofilia y la situación de las personas divorciadas que se han vuelto a casar. Desde su elección en 2013, Francisco le ha dado más espacio a los laicos y a las mujeres dentro de la Iglesia y nombró a varias mujeres en cargos importantes de la Curia Romana, el gobierno central.

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A pesar de las modificaciones, tanto el arzobispo de Luxemburgo, Jean-Claude Hollerich, como el cardenal Mario Grech, secretario general del Sínodo, han querido restar importancia a los cambios, ya que la asamblea seguirá siendo una reunión de obispos y cerca del 75% de los participantes seguirán siendo obispos.

En definitiva, la decisión del Vaticano de permitir que las mujeres y los laicos participen en el voto de un sínodo es un avance importante para la Iglesia Católica, que busca dar más voz y espacio a sus fieles, especialmente a las mujeres, en la toma de decisiones y el futuro de la institución.