El Ejército de El Líbano atacó hoy posiciones de milicianos islamistas del Frente Al-Nusra y del Estado Islámico (EI) en las afueras de Arsal, donde también desmanteló un carro cargado con 60 kilogramos de explosivos.
Un parte de las Fuerzas Armadas refirió que unidades militares dispararon granadas autopropulsadas, misiles y otros artefactos de artillería pesada contra zonas montañosas en la periferia de la mencionada aldea situada en el noreste del valle de la Bekaa, limítrofe con Siria.
La misma dependencia castrense confirmó que expertos desactivaron a primeras horas de hoy cerca de un puesto de control militar en Arsal un carro con 60 kilogramos de explosivos y conectado a un dispositivo remoto, aunque otras fuentes refirieron que el vehículo estaba preparado con 35 kg.
Corresponsales libaneses en la zona reportaron que los uniformados también dispararon contra hombres armados y mataron a varios en las inmediaciones del poblado de Ras Baalbek, igualmente localizado en la Bekaa.
Este jueves, la agencia oficial de noticias NNA informó que un sargento de la oficina central antidrogas del país murió como consecuencia de las heridas que sufrió ayer durante un tiroteo en Brital con un prófugo de la justicia acusado de narcotráfico y pertenencia a banda terrorista.
Analistas regionales expresaron preocupación por la posibilidad de que El Líbano se vea arrastrado a la guerra abierta y directa contra las agrupaciones fundamentalistas sunnitas que combaten en Siria al gobierno del presidente Bashar al-Assad.
El temor se sustenta en la eventualidad de que los hombres de Al-Nusra, una filial de Al-Qaeda en Siria, vuelvan a invadir y ocupar Arsal -como ya ocurrió en agosto de 2014-, si se recrudecen los combates en el área limítrofe del Qalamoun entre los islamistas y fuerzas afines a Damasco.
Combatientes del movimiento de resistencia libanés Hizbulah (Partido de Dios) luchan junto al Ejército sirio en el Qalamoun contra terroristas islámicos a los que, según fuentes castrenses, hicieron replegarse de una amplia zona tras severos enfrentamientos.
Esa región fue un fuerte bastión de la oposición armada siria hasta la operación conjunta lanzada en marzo del año pasado por el movimiento chiita libanés y las fuerzas de Damasco, que permitió recapturar la mayor parte de esa área montañosa.