El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, presidió la ceremonia de colocación de la primera piedra de la nueva cárcel de máxima seguridad en Santa Elena, un proyecto que marca un nuevo capítulo en la lucha contra el crimen organizado en el país.
Con una inversión de 52 millones de dólares, esta prisión se inspira en el modelo implementado por Nayib Bukele en El Salvador.
La nueva instalación, que se extenderá sobre 16,2 hectáreas y tendrá capacidad para 800 reclusos, se construirá en un tiempo récord de 300 días.
Luis Zaldumbide, director del SNAI, destacó que los pabellones de máxima seguridad están diseñados para garantizar el cumplimiento riguroso de las medidas judiciales.
Noboa enfatizó que este proyecto representa un cambio significativo en el sistema penitenciario ecuatoriano, que hasta hace poco estaba “secuestrado y humillado por organizaciones criminales”. La militarización de las prisiones, ordenada a principios de año, ha sido un paso crucial en esta transformación.
Sin embargo, la construcción de la cárcel no está exenta de controversia. Pobladores de la zona protestaron contra el proyecto, y el Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos denunció el desalojo de manifestantes por parte de la policía.
Este proyecto se enmarca en los esfuerzos del gobierno ecuatoriano para combatir la violencia en las cárceles, donde más de 500 presos fueron asesinados entre 2021 y 2023.