Mundo. Este miércoles 13 de diciembre, el Congreso de Estados Unidos aprobó formalmente la apertura de una investigación sobre una posible destitución del presidente Joe Biden, debido a las controvertidas transacciones comerciales de su hijo en el extranjero.
Aunque se percibe como una maniobra política, podría complicar el panorama para la Casa Blanca en las elecciones presidenciales de 2024.
Los conservadores, ahora mayoritarios en la Cámara de Representantes, acusan a Biden de usar su influencia como vicepresidente de Obama para facilitar los negocios de su hijo Hunter en China y Ucrania.
El jefe del comité de investigación, James Comer, sostiene que Biden mintió al pueblo estadounidense.
La investigación, iniciada en septiembre, busca obtener información relevante para respaldar estas acusaciones.
El presidente Biden respondió a la votación calificando la investigación como una “artimaña política infundada”, destacando que los republicanos reconocen la falta de respaldo factual. Por su parte, Hunter Biden negó la implicación financiera de su padre en sus negocios, acusando a los partidarios de Trump de intentar deshumanizarlo para perjudicar a su padre.
Si la investigación arroja resultados, se redactarán “artículos de impeachment”, sometiéndolos a votación en la Cámara Baja. En caso de aprobación, el Senado, con mayoría demócrata, llevaría a cabo un juicio político. Sin embargo, la destitución requeriría una mayoría de dos tercios, un escenario improbable en la actual coyuntura política.
Con menos de un año para las elecciones de 2024, una investigación de ‘impeachment’ se perfila como una herramienta electoral mediática para los republicanos.
