La Justicia italiana ha condenado este martes a cadena perpetua a la enfermera Fausta Bonino, acusada de homicidio por la muerte de cuatro pacientes en un hospital de Piombino, provincia de Livorno. La sentencia llega tras un prolongado proceso judicial que ha durado varios años.
Bonino, quien trabajaba en la unidad de cuidados intensivos del hospital, fue detenida en 2016 bajo sospecha de haber causado la muerte de una decena de pacientes entre 2014 y 2015. Se le acusó de haber administrado dosis letales de heparina, un anticoagulante que no había sido recetado a los pacientes afectados.
En un proceso legal complejo, Bonino fue inicialmente acusada de la muerte de diez personas, aunque posteriormente fue absuelta por seis de esos casos. En 2019, recibió una primera condena a cadena perpetua por la muerte de cuatro pacientes, pero logró ser absuelta tras apelar la sentencia. No obstante, el Tribunal Supremo de Italia decidió reabrir el caso, anulando la absolución previa. Este miércoles, un tribunal de apelación en segundo grado de Florencia confirmó la condena a cadena perpetua para Bonino.
El abogado defensor de Bonino, Vinicio Nardo, criticó la condena, señalando que existen “muchas inconsistencias” y “hechos que no cuadran” en el caso. “Seguramente apelaremos ante el Tribunal Supremo”, afirmó Nardo, subrayando el “calvario” que su cliente ha soportado durante estos ocho años de procesos judiciales.
