Dos ataques con bomba atribuidos a militantes kurdos mataron a siete miembros de las fuerzas de seguridad e hirieron a 224 personas en el sureste de Turquía el jueves, funcionarios y fuentes de seguridad, en una nueva escalada de la violencia en toda la región.
Un coche bomba estalló en una estación de policía en la ciudad de Elazig a las 9:20 am (0620 GMT) cuando los agentes llegaron para el trabajo. Tres policías murieron y 217 personas resultaron heridas, 85 de ellas agentes de policía, dijo el primer ministro Binali Yildirim.
Oficinas en la estación de policía quedaron en ruinas y llenos de humo después de que la bomba explotó en frente del complejo, destruyendo parte de la fachada, CNN Turk imágenes mostraron.
Menos de cuatro horas más tarde, una bomba en un camino que parece haber sido plantada por el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) militantes destruyó un vehículo militar en el distrito de la provincia de Bitlis Hizan, dijeron fuentes de seguridad.
Ellos dijeron que la explosión mató a tres soldados y un miembro de la milicia de guardia local patrocinada por el estado e hirió a otros siete soldados.
Nadie se atribuyó de inmediato la responsabilidad de los atentados, pero Yildirim dijo que no había duda de que se llevaron a cabo por el PKK, considerado una organización terrorista por Turquía, Estados Unidos y la Unión Europea.
