Ancianos japoneses delinquen para ir a prisión y recibir cuidados

En la prisión femenina de Tochigi, la más grande del país, el personal penitenciario ha debido adaptarse a nuevas funciones, incluyendo el cambio de pañales y la administración de medicamentos.
4 días atrás
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Un preocupante fenómeno social está emergiendo en Japón: adultos mayores cometen delitos menores deliberadamente para acceder a cuidados básicos en prisión. La crisis refleja problemas estructurales de pobreza y aislamiento en la población de la tercera edad.

Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el 20% de los japoneses mayores de 65 años vive en condiciones de pobreza. Esta situación ha llevado a un aumento dramático de la población carcelaria de edad avanzada, cuadruplicándose en las últimas dos décadas.

En la prisión femenina de Tochigi, la más grande del país, el personal penitenciario ha debido adaptarse a nuevas funciones, incluyendo el cambio de pañales y la administración de medicamentos. Para muchos internos, la cárcel proporciona una estabilidad que no encuentran en libertad.

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El sistema penitenciario japonés se ha visto forzado a evolucionar hacia un modelo híbrido entre prisión y asilo, implementando servicios de cuidado a largo plazo. Esta transformación evidencia las deficiencias del sistema de bienestar social para atender las necesidades de una población cada vez más envejecida.