La región de La Mojana se encuentra en estado de alerta ante un desastre natural que ha causado conmoción entre los habitantes. Se trata de la muerte de cientos de peces en el cauce del Caño Rabón.
Este suceso se ha desencadenado como consecuencia de la disminución drástica de los niveles de agua en ríos, ciénagas y caños de la zona, situación que se ha visto agravada por la sequía provocada por el fenómeno de El Niño.
Ante esta crisis ambiental, las comunidades han elevado un clamor a las autoridades competentes, exigiendo la presencia de entidades ambientales para realizar inspecciones y análisis exhaustivos en la zona.
Existe temor de que, si el fenómeno climático persiste hasta junio, se puedan presentar más casos de mortandad piscícola en la región.
La preocupación no solo radica en la pérdida de la vida acuática, sino también en las posibles consecuencias para la salud pública y el medio ambiente. Los habitantes han solicitado acciones preventivas y un manejo adecuado de los peces muertos para mitigar los efectos adversos, como la proliferación de olores desagradables y la aparición de enfermedades virales y respiratorias.
Se ha hecho un llamado urgente a las autoridades para que se ejecute de manera inmediata el proceso de recolección y disposición adecuada de los peces fallecidos, evitando así un impacto aún mayor en las comunidades cercanas al Caño Rabón.






