Montería. La compañía Urbaser reiteró que cuenta con una planta de tratamiento de ósmosis inversas con capacidad de 6.000 metros cúbicos por mes, para el tratamiento de los lixiviados generados en el relleno sanitario Loma Grande.
Por este motivo desde la compañía señalan que no hay posibilidad de que los lixiviados del relleno se hayan fugado y estén afectando a comunidades y predios vecinos.
“El sistema de tratamiento tiene todas las garantías para dar operatividad correcta al manejo de los lixiviados, adicionalmente el proceso de recirculación tiene todos los controles y existe un plan de contingencia para cualquier evento frente al sistema de tratamiento”, expresó Cristian Camilo Cerón, coordinador nacional de desarrollo de proyectos de Urbaser.
Aunque la comunidad vecina del relleno sanitario de Montería cuestiona estas afirmaciones y argumenta que sí se registran fugas de estos líquidos contaminantes, Urbaser sostiene que las aguas estancadas a lado y lado de la carretera son de escorrentía.
“Hay un plan articulado con la Alcaldía y la corporación CVS en búsqueda de una salida efectiva de las aguas de escorrentía y lluvias, que puedan fluir y llegar a un punto donde no tengan ningún impacto”, expresó el funcionario de Urbaser.
Los lixiviados productos de la operación del relleno sanitario son depositados en lagunas para luego empezar a hacer tratados en la planta de ósmosis inversa. El agua resultante puede ser reutilizada para actividades de riego, control de material particulado, entre otros usos aprobados por las autoridades ambientales.
Como se recordará la corporación CVS tomó muestras de las aguas estancadas a un costado de la carretera hacia Loma Grande, para determinar si en ellas hay presencia de lixiviados se está a la espera de los resultados de laboratorio.