La ciudad de Montería se encuentra en medio de una intensa ola de calor que ha generado radiaciones solares superiores a los 1.100 vatios por metro cuadrado, cifra considerablemente por encima de los valores normales que deberían ser inferiores a los 800 vatios por metro cuadrado. Además, se han registrado sensaciones térmicas que se acercan a los 58 grados Celsius, sumado a temperaturas altas de hasta 36 grados en los últimos días.
La Universidad de Córdoba ha realizado mediciones a través de estaciones climáticas establecidas en Montería, en el marco del proyecto “Mojana, Clima y Vida”, una alianza con el Programa de Naciones Unidas (PNUD) y el Fondo de Adaptación. Estas mediciones revelan la preocupante situación que se vive en la región.
El profesor Teobaldis Mercado Fernández, científico de la Universidad de Córdoba, advierte sobre los riesgos asociados a las altas radiaciones ultravioleta, que aumentan el peligro de enfermedades como el cáncer de piel. Además, el exceso de energía solar provoca el calentamiento y evaporación de distintos elementos, incluyendo el suelo, lo que puede llevar a la sequía y muerte de los pastizales. Según el profesor Mercado, esta situación supera la del año pasado.
El académico subraya que esta información no tiene la intención de alarmar, sino de proporcionar datos precisos a la sociedad sobre los fenómenos climáticos que se enfrentan. Explica que la sensación térmica es el resultado de la combinación entre la temperatura radiante y la humedad del ambiente, y que la ola de calor es producto de masas de aire cálido y seco que circulan actualmente en la atmósfera. Sin embargo, el docente sugiere que la llegada de un frente frío podría disminuir la intensidad de esta ola de calor.
El profesor Mercado también plantea la posibilidad de un Fenómeno del Niño de grandes dimensiones, lo cual tendría repercusiones lamentables en sectores como la agricultura y la ganadería, debido a la disminución de la oferta de agua y alimentos para los animales, así como la reducción de los productos comestibles.
Ante esta situación, la Universidad de Córdoba propone medidas como asegurar proyectos productivos con sistemas de manejo de agua que no dependan exclusivamente del medio ambiente, implementar sistemas silvopastoriles en potreros y fomentar la plantación de más árboles tanto en áreas urbanas como rurales. Estas acciones contribuirían significativamente a la regulación hídrica y térmica, ya que los árboles desempeñan un papel importante en la refrigeración natural del clima a través de la evaporación y transpiración.
La estación climática de la Universidad de Córdoba es moderna y automatizada, registrando datos en tiempo real y funcionando con energía solar y baterías de reserva.