Luis Rodríguez Sotomayor: uno de los herederos de una dulce tradición

Descendiente de la reconocida familia Berríos, una de las más emblemáticas en la elaboración de dulces típicos de Montería.
12 meses atrás

Días antes del Festival del Dulce, la cocina de Luis Arnold Rodríguez Sotomayor, maestro dulcero, era un hervidero de diferentes dulces típicos. Descendiente de la reconocida familia Berríos, una de las más emblemáticas en la elaboración de dulces típicos de Montería, él encarna la renovación de ese legado culinario.

Desde su pequeño taller en el barrio Tacasuán, Arnold y sus familiares se afanaban en las tareas de pelar, cortar, cocinar y moldear los ingredientes que darían vida a más de 15 exquisitas variedades de dulces para la ocasión.

“No hay tiempo que perder, los dulces deben estar listos antes de que inicie la feria”, explicaba con voz pausada, mientras removía una espesa mezcla burbujeante en una enorme paila.

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En esas ollas, tomaban forma delicias como el ñame, el corozo, el mamón y el añorado mongomongo, algunos de los bocados más codiciados.

A su alrededor, la pequeña cocina estaba organizada de sabores, olores y texturas que se entremezclaban. Pilas de frutas y tubérculos aguardaban su turno, mientras que bandejas repletas de dulces recién elaborados descansaban, exhalando un aroma dulzón e inconfundible.

Con movimientos precisos, fruto de años de práctica, Arnold y su equipo aplicaban las técnicas heredadas, ajustadas y perfeccionadas con el paso de las generaciones. Cada paso, cada ingrediente, cada tiempo de cocción, eran una muestra del tesoro culinario que pervive en las familias dulceras de Montería.

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“Esto es más que un negocio, es nuestra tradición”, afirmaba orgulloso, mientras disponía algunos dulces en bandejas para su reposo final.

Sus ojos brillaban al pensar en los cientos de personas que en esta Semana Santa degustarán esas delicias, manteniendo viva la llama de los Berríos en el paladar de propios y visitantes.