El cuerpo de Alex Padilla Guzmán, exsoldado profesional colombiano, fue repatriado a su hogar en la vereda El Congo, zona rural de Montería. Su fallecimiento se suma a la creciente lista de connacionales que han perdido la vida en el conflicto entre Rusia y Ucrania.
Desde el inicio de las hostilidades en febrero de 2022, un número significativo de colombianos se ha unido a esta “guerra ajena”, principalmente motivados por la promesa de mejorar su situación económica. Sin embargo, esta decisión ha tenido consecuencias trágicas para muchos.
Roy Barreras, embajador de Colombia en Reino Unido, reveló en una entrevista reciente que ya son 51 los colombianos fallecidos en territorio ucraniano que han requerido repatriación. Barreras describe la situación como una “trampa mortal”, donde los ciudadanos son atraídos por ofertas de salarios entre 3.000 y 5.000 dólares mensuales.
El diplomático advierte que estos compatriotas terminan siendo “carne de cañón” en un conflicto ajeno.
La tragedia de Alex Padilla Guzmán pone de relieve los riesgos mortales que enfrentan los colombianos que, en busca de oportunidades económicas, se involucran en conflictos internacionales, dejando a sus familias enfrentando el doloroso proceso de repatriación.