La Policía de Tránsito de Montería ha impuesto casi 3,000 órdenes de comparendo por no usar casco de protección en lo que va del año, según informó el capitán Alberthland Agudelo Rivera, jefe de la Seccional de Tránsito de la Policía Metropolitana. Esta medida forma parte de los esfuerzos para reducir la alta tasa de accidentalidad y mortalidad de motociclistas en la ciudad.
Las estadísticas reveladas por la Secretaría de Tránsito de Montería muestran que el 81% de las personas fallecidas en siniestros viales en la ciudad son motociclistas. De los 52 fallecidos registrados hasta la fecha, 42 eran conductores o pasajeros de motocicletas.
El capitán Agudelo Rivera explicó la importancia del uso del casco: “La mayoría de lesiones que se presentan son asociadas a golpes en la cabeza, como traumas craneoencefálicos severos, y pues esto hace que se pierdan vidas, desafortunadamente muchas muertes pudieron evitarse si se usara este elemento de protección”.
Las autoridades han intensificado los controles y campañas de concientización para promover el uso adecuado del casco. La secretaria de Tránsito de Montería, María Fernanda López Fabra, enfatizó: “Nosotros lo que queremos con esto es salvar vidas de otra manera, concientizar al ciudadano para que cumpla con esto, que es para su propio beneficio, no estamos persiguiendo a ningún actor vial”.
Además del uso del casco, las autoridades están abordando otros factores que contribuyen a la alta tasa de accidentalidad, como el sobrecupo en motos, el exceso de velocidad, la conducción bajo los efectos del alcohol y el irrespeto a las señales de tránsito.
La Secretaría de Tránsito ha implementado cinco campañas de prevención vial, para prevenir el consumo de alcohol al volante, y enfocadas en el uso de elementos de protección personal.
Las autoridades también han alertado sobre la importancia de utilizar cascos que cumplan con la norma técnica colombiana NTC 4533, la cual garantiza que el casco ha sido sometido a pruebas de seguridad.
Los controles y campañas continuarán de manera permanente, con especial énfasis en las horas de la madrugada y los fines de semana, períodos en los que se registra la mayor cantidad de siniestros viales en la ciudad.
