“Los monterianos y cordobeses deben empezar a vernos como personas de bien, que cumplimos con un proceso y estamos dispuestos a construir un país mejor”, manifestó David*, una persona desmovilizada y ahora reintegrado social y económicamente a la vida civil.
Él hizo parte del grupo de 137 personas en la misma condición, certificadas ayer por la Agencia Colombiana para la Reintegración, ACR, luego de haberse desmovilizado de los grupos armados organizados al margen de la ley y cumplir con los compromisos, deberes y retos de su Proceso de Reintegración Social y Económica
En la ceremonia de culminación, llevada a cabo en el Centro de Convenciones de Montería, fue entregado un certificado a cada uno de los 125 hombres y 12 mujeres, luego de verificar, además de cumplir de manera satisfactoria su Ruta de Reintegración, su situación legal.
Allí las personas desmovilizadas ratificaron su compromiso con la construcción de paz en el país, siendo capaces de dejar las armas, para recuperar sus vidas al lado de sus familias.
Actualmente, la ACR Córdoba está encargada del seguimiento de la Ruta de Reintegración de 1.500 personas desmovilizadas en Proceso de Reintegración y desde el 2012, sumando el grupo que culminó ayer, 450 hombres y mujeres hoy son personas reintegradas a la vida social y productiva.
Más de 800 del total de Personas Desmovilizadas que llevan a cabo el Proceso de Reintegración o ya lo culminaron, son bachilleres y 600 han logrado alcanzar sus competencias educativas a nivel técnico o tecnológico.
Previendo que al finalizar el 2014 culminen el Proceso 313 personas, Liliana Cogollo, coordinadora de la sede de la ACR Córdoba, señaló que es “un avance importante en cantidad y calidad de las personas desmovilizadas y reintegradas a la vida social y productiva del país.”
Las personas desmovilizadas que culminan el Proceso, integraron grupos armados como las Farc, Eln, y Autodefensas. Este camino dura, aproximadamente, seis años y medio, tiempo en el que se busca desarrollar habilidades y competencias ciudadanas para que nuevamente se sientan parte de la sociedad en la que viven.