El déficit habitacional en Montería llegó a 65,000 viviendas, según reveló un diagnóstico presentado por la administración municipal. La crisis combina la necesidad de construcción de nuevas unidades habitacionales y el requerimiento de mejoras en residencias existentes que no cumplen con condiciones básicas de habitabilidad.
Del total de viviendas en déficit, 23,000 corresponden a familias que requieren una casa nueva, mientras que 42,000 necesitan mejoras estructurales como pisos, cocinas y baños adecuados. Esta situación ha provocado un aumento en las invasiones y asentamientos informales en diferentes zonas de la ciudad.
“Cuando hablamos del déficit cualitativo es cuando las casas son armadas en zinc, no tienen pisos, no tienen cocinas y no tienen baño”, explicó el alcalde Hugo Kerguelén García al detallar la situación habitacional de la ciudad.
La crisis se agrava por el alto índice de informalidad laboral que alcanza el 62% en Montería, lo que dificulta el acceso a créditos hipotecarios para gran parte de la población. Además, la construcción privada de vivienda ha disminuido significativamente desde 2015, impactando también las tasas de empleo en el sector.
La administración municipal anunció medidas para enfrentar la situación, incluyendo la creación del Banco de Suelos, la asignación de 500 subsidios complementarios y una inversión de 1,600 millones de pesos en programas de vivienda.
El plan contempla también la articulación con programas nacionales como Mi Casa Ya, aunque la alcaldía reconoce que estos requieren acceso a crédito, lo que representa una barrera para muchas familias debido a la alta informalidad laboral.