De las calles a la esperanza: La historia de transformación de Henry Muñoz

Su historia comenzó en Barranquilla, donde la ausencia de sus padres y una adolescencia marcada por la rebeldía lo llevaron a sumergirse en el mundo de las drogas.
1 mes atrás

La vida de Henry Muñoz es un testimonio de transformación y esperanza. A sus 30 años, este hombre nacido en Zaragoza, Antioquia, recorre las calles de Montería llevando alimento, ropa y, sobre todo, un mensaje de cambio para quienes, como él hace años, están atrapados en las garras de la adicción.

Su historia comenzó en Barranquilla, donde la ausencia de sus padres y una adolescencia marcada por la rebeldía lo llevaron a sumergirse en el mundo de las drogas. Su madre, nunca lo abandonó, pero tampoco tenía los recursos para pagar un tratamiento de rehabilitación.

“Quería ser diferente, pero el mundo me siguió atrapando”, recuerda Henry sobre sus días oscuros en Montería, donde transportaba adictos a las “ollas” y profundizaba su propia dependencia. Sin embargo, el 21 de septiembre de 2016, una experiencia transformadora cambió su rumbo: mientras consumía drogas junto al río Sinú con otros 15 jóvenes, tuvo una visión que lo sacudió hasta el alma.

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“Vi a un hombre arrastrándose y comiendo de una bolsa de basura. Una voz interior me dijo: si hoy no sales de aquí, este será tu destino”, relata con voz entrecortada. Ese día, Henry buscó ayuda en una familia cristiana que lo acogió y lo guió en su proceso de recuperación.

El cambio no fue inmediato, pero la fe y el apoyo constante dieron sus frutos. En 2018, mientras trabajaba en el SAO de la 29, conoció a quien hoy es su esposa y madre de su hijo de 5 años. Juntos llevan siete años construyendo una vida dedicada a servir a los demás.

Hoy, Henry recorre las esquinas de Montería con un megáfono, llevando esperanza a los lugares más marginados. “Creo que el llamado que Dios ha puesto en mí es para alcanzar muchas familias”, dice mientras organiza donaciones de alimentos y ropa para quienes más lo necesitan.

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Su misión trasciende la ayuda material; busca tocar corazones y demostrar que el cambio es posible. “Hay esperanza, sí hay oportunidad mientras vivimos, mientras creemos”, afirma este hombre que encontró en su propia redención el camino para ayudar a otros a salir de la oscuridad.

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