Atención: Síntomas que podrían indicar que un niño sufre bullying en la escuela

Tanto la víctima como el victimario tienen unas características específicas o dificultades que son evidenciadas una vez se hace una evaluación con psioorientadores.


Montería. La incidencia del bullying en algunas escuelas continúa siendo alta, sin embargo, para algunos padres, representantes o docentes ajenos a cátedras de orientación, podría no ser tan fácil percibir cuando se presentan estos episodios.

Son diferentes los factores y las conductas que evidencian casos de acoso escolar. Por ello, la psicoorientadora Carmen Alicia González, de la Escuela Normal Superior de Montería, enumera las más frecuentes y las que permiten tratar con prontitud la situación.

  • Si el niño está triste, se aparta del grupo y principalmente no quiere asistir a la escuela, son algunas señales claras de que algo no anda bien con el menor y su entorno.
  • Circunstancias físicas o del desarrollo cognitivo asociadas a factores del desarrollo pueden marcar una diferencia entre los niños y ocasionar que unos molesten a otros.
  • Los diferentes ambientes familiares y las características psicológicas de los niños sobre el entorno familiar.
  • Entorno estimular que no estimula el desarrollo de la personalidad del niño y por lo contrario, el niño tiende a desarrollar inseguridades.
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Carmen Alicia González, psicoorientadora de la Escuela Normal Superior de Montería.

La ruta

La profesional enfatiza que tanto la víctima como el victimario tienen unas características específicas o dificultades que son evidenciadas una vez se hace una evaluación con psioorientadores.

Los que sigue tras identificar un caso de bullying es una reunión entre los niños involucrados, padres de familia, coordinadores y psicoorientadores, direccionada a conocer las circunstancias que rodean al niño, saber si ha habido otras manifestaciones.

El psicoorientador aplica pruebas proyectivas para tener perspectiva del entorno del niño, tanto de la víctima como del victimario, y posteriormente se hace una remisión a la EPS para que desde allá se continúe el tratamiento.

►Carmen Alicia González, psicoorientadora de la Escuela Normal Superior de Montería

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