Ocurrió en el aeropuerto de Montería cuando una mujer de la tercera edad fue notificada por la aerolínea Latam que no podía abordar un vuelo con destino a Bogotá pese a tener tiquete en mano y haber llegado con anticipación al aeropuerto, alegando la aerolínea que el asiento había sido sobrevendido.
“En el counter nos dijeron fríamente que mi mamá iba sin asiento por sobrecupo, que debía esperar a ver si alguien faltaba para recién ahí, tal vez, darle uno. Eso es inhumano, con una señora de su edad y condición”, denunció Daniel Bulla, dijo de la adulta mayor.
Explicó además que su progenitora padece una discapacidad auditiva y problemas cardiacos, por lo que requería especial atención y no se justificaba semejante trato vejatorio por obligación legal alguna.
“Les pedí tener consideración con ella ante su cuadro médico y su avanzada edad, pero me dijeron que por normas de la Aeronáutica Civil pueden sobrevender hasta el 10% de asientos, una política abusiva en este caso”, lamentó Bulla.
Así, mientras se producía el abordaje, la adulta mayor y su hijo aguardaban poder tomar su vuelo a tiempo o, de lo contrario, enfrentarse a largas horas de espera hasta el siguiente, agravando su salud sin necesidad.
“Nosotros tenemos unos derechos como pasajeros, no puede ser que abusen de esa forma de las personas vulnerables”, puntualizó el indignado hijo.
Si bien la sobreventa de los pasajes aéreos está legalizada en el Reglamento Aeronáutico Colombiano (RAC) por la Aeronáutica Civil, los usuarios piden que este tipo de casos donde hay pasajeros en condiciones especiales de salud o adultos mayores, se otorgue un trato preferente acorde a su vulnerabilidad.
