La propagación de especies exóticas invasoras se ha convertido en la segunda causa de pérdida de biodiversidad en el mundo, solo superada por la destrucción de hábitats naturales, según un informe publicado por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
El estudio, que recopila datos de múltiples investigaciones realizadas en diferentes ecosistemas alrededor del planeta, destaca el impacto negativo que tienen las especies invasoras sobre la flora y fauna nativas, así como sobre la economía global. Estas especies, al ser introducidas en un nuevo entorno, pueden alterar el equilibrio ecológico, desplazar a las especies autóctonas y causar daños significativos a los servicios ecosistémicos.
Según el informe, las especies invasoras son responsables de la extinción de al menos 142 especies de animales y plantas en los últimos 500 años, lo que representa el 21% de todas las extinciones documentadas en este período. Además, se estima que el impacto económico global de las especies invasoras supera los 1,4 billones de dólares anuales, incluyendo pérdidas en la agricultura, la pesca y otros sectores productivos.
Entre los ejemplos más destacados de especies invasoras se encuentran la rana toro en América del Sur, el pez león en el Caribe, y la hormiga argentina en varios continentes. Estas especies, una vez establecidas en un nuevo hábitat, pueden reproducirse rápidamente y competir con las especies nativas por recursos como alimento y espacio, lo que a menudo conduce a la disminución o desaparición de las poblaciones locales.
Los expertos advierten que la globalización y el aumento del comercio internacional han acelerado la propagación de especies invasoras, ya que muchas de ellas son transportadas de manera accidental o deliberada a través de las fronteras. Además, el cambio climático también puede favorecer la expansión de estas especies, al alterar las condiciones ambientales y hacer que nuevas áreas sean más propicias para su establecimiento.
Para hacer frente a esta problemática, la UICN y otras organizaciones conservacionistas han hecho un llamado a los gobiernos y a la sociedad en general para implementar medidas de prevención, detección temprana y control de especies invasoras. Esto incluye el fortalecimiento de las regulaciones sobre el comercio de especies exóticas, la educación y sensibilización del público, y la inversión en programas de erradicación y manejo de las especies invasoras ya establecidas.
Los científicos también destacan la importancia de preservar y restaurar los hábitats naturales, ya que ecosistemas sanos y diversos son más resistentes a la invasión de especies exóticas. Asimismo, se recomienda fomentar la investigación y el monitoreo de las especies invasoras, con el fin de comprender mejor su biología y desarrollar estrategias más efectivas para su control.