Maduro y Santos acuerdan el retorno de los embajadores e indagar el tema fronterizo

[su_highlight background=”#000000″ color=”#ffffff”]EFE| [/su_highlight]Los presidentes de Colombia, Juan Manuel Santos, y Venezuela, Nicolás Maduro, acordaron hoy, durante una reunión mantenida en Quito, el retorno de sus respectivos embajadores y la apertura de una investigación sobre la situación de la frontera común. También decidieron tratar con sus equipos ministeriales “los temas sensibles” relativos a la crisis fronteriza que han mantenido, lo que harán a partir de una primera reunión que se celebrará este miércoles en Caracas, según una declaración leída por el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, al término de la reunión. Santos reconoció la vocación de paz de Venezuela y de
10 años atrás

[su_highlight background=”#000000″ color=”#ffffff”]EFE| [/su_highlight]Los presidentes de Colombia, Juan Manuel Santos, y Venezuela, Nicolás Maduro, acordaron hoy, durante una reunión mantenida en Quito, el retorno de sus respectivos embajadores y la apertura de una investigación sobre la situación de la frontera común.

También decidieron tratar con sus equipos ministeriales “los temas sensibles” relativos a la crisis fronteriza que han mantenido, lo que harán a partir de una primera reunión que se celebrará este miércoles en Caracas, según una declaración leída por el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, al término de la reunión.

Santos reconoció la vocación de paz de Venezuela y de Maduro, a quien agradeció las gestiones para lograr la paz interna de Colombia, e inmediatamente resaltó que aunque su país y Venezuela tienen modelos de desarrollo distinto, pueden trabajar en objetivos comunes, como son enfrentar a las mafias y a las bandas criminales que están en la frontera. “El narcotráfico nos obliga a trabajar juntos. Estamos interesados en combatirlo y lo mejor es juntos, porque somos más efectivos, como lo hemos hecho con Ecuador. Establecimos un cronograma para afrontar más efectivamente este problema. También para trabajar en el contrabando de combustible”, dijo.

Los dos países han mantenido una tensa relación desde el 19 de agosto, producto de la decisión del Gobierno venezolano de expulsar a los colombianos que viven en su país y ordenar el cierre de varios puntos fronterizos, bajo el argumento de que “el paramilitarismo colombiano” había atacado a militares venezolanos durante un operativo anti contrabando. Colombia ha considerado que se trata de una expulsión sin argumentos.

Las Naciones Unidas ha estimado que los colombianos que han sido deportados a través de Santander, Arauca, La Guajira y Vichada llegan a 1 608, mientras que otras 19 686 han regresado a su país por temor a ser deportadas.

A lo largo de este mes, en donde no han faltado las fuertes declaraciones de ambos lados, se han producido tres momentos tensos. El primero se dio el 28 de agosto cuando ambos países llamaron a consultas a sus embajadores. El segundo fue el 8 de septiembre, cuando Nicolás Maduro ordenó el cierre de Paraguachón, zona de la frontera en La Guajira-Zulia, así como el despliegue de 3 000 militares en el lugar.

El tercero fue el jueves anterior, cuando Maduro responsabilizó de la muerte de dos de sus pilotos, a bordo de una aeronave Sukhoi, al narcotráfico colombiano.

Esta reunión se da diez días después de la reunión de las cancilleres de Colombia,María Ángela Holguín, y de Venezuela, Dercy Rodríguez, que tuvo el auspicio del Ministerio de Relaciones Exteriores del Ecuador.

En ese encuentro no se estableció fecha para la reunión de presidentes y los avances logrados -que iban a ser sometidos a consulta presidencial- no fueron suficientes, ya que el canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, debió viajar a Caracas y Bogotá para concertar la cita.

Las diplomáticas también se reunieron antes en Cartagena de Indias, mientras que por falta de un voto, la Organización de Estados Americanos (OEA) no pudo reunirse para tratar este tema.

Esta reunión presidencial estuvo rodeada de expectativa, por las declaraciones previas de los mandatarios. Santos, antes de viajar a Quito, a través de su cuenta de Twitter, dijo que Colombia “no es culpable de los problemas de Venezuela”, que su prioridad era garantizar el respeto por sus compatriotas, sus derechos fundamentales y la soberanía de su país y que el Estado de emergencia decretado por Maduro “no debe servir de excusa para pasar sobre los derechos de los colombianos”.

También dijo que insistirá en la diplomacia y en el diálogo “serio, constructivo, sereno y respetuoso”, y que los problemas fronterizos requieren del apoyo de los dos países para solucionarlos.

El mandatario venezolano, en cambio, a su llegada a Quito, dijo que venía con las más altas expectativas y que no cederá en su plan de paz en la frontera.

“Quiero iniciar un nuevo tiempo de relaciones con Colombia, de respeto, de cooperación, de beneficio mutuo, de paz, de convivencia, de coexistencia, de modelo, de ideas, de proyectos. Que nadie se meta en los asuntos internos de Venezuela”, dijo Maduro.